Monarquía y tauromaquia: La historia no olvida
España campeona y la chulería torera.
Algemesí, peor que Tordesillas.
Coria y sus festejos taurinos inmemoriables.
Y los antitaurinos/as, ¿cabemos en España?
INMIGRACIÓN AFRICANA. TODOS SOMOS RESPONSABLES
INMIGRACIÓN AFRICANA. TODOS SOMOS RESPONSABLES
Triste es ver la poca sensibilidad con que los europeos tratamos a los inmigrantes africanos, máxime cuando África ha sido uno de los territorios más saqueados por los occidentales en su afán imperialista. O, ¿Acaso ya nadie lo recuerda?.
Porque los acontecimientos presentes son el resultado de sucesos pasados, volvamos la vista atrás y preguntémonos: ¿Qué ocurría en las fronteras africanas cuando los europeos en el s. XVI desembarcaban en sus costas para comprar esclavos a los que utilizar como mercancía y mano de obra en el Nuevo Mundo?; ¿Qué tipo de ley, orden o mandato permitió que países como Francia, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Italia, Portugal y España se adentraran en territorio africano para expoliar sus riquezas en el s. XIX?. Sí, íbamos a “civilizarlos”, nos decían. Y fue entonces cuando los occidentales blancos, con su natural prepotencia, impusieron sus normas y sus principios a los “salvajes” para hacerse con el poder.
Entramos pues los europeos en su casa (África) y la destrozamos; despojamos a sus gentes de su cultura, de sus modos de vida, de sus propios sistemas productivos… y luego, cuando la desfachatez y la desvergüenza de los europeos se hicieron insoportables, soltamos las amarras y dejamos a sus habitantes a la deriva. Ya no queremos saber nada de ellos…¡Que no vengan a darnos problemas!: Nos molestan.
Eso sí, seguiremos utilizando África para dejar en sus territorios toda nuestra basura electrónica. Lo que nos hace la vida más fácil y más guay (el móvil, el ordenador, Ipad, los electrodomésticos…), cuando ya no lo necesitamos, para no contaminar nuestro medio, amontonamos los despojos y los trasladamos dentro de sus fronteras.
Sí: Europa tiene una deuda con África. Por eso a algunos nos duele ver que cuando africanos desesperados intentan apartarse de sus vapuleados países para intentar alcanzar el mundo que los occidentales les hemos mostrado como idílico, tengamos el descaro de plantear la duda de si es ético dejarlos entrar o permitir que mueran en el intento de cruzar la frontera de una “civilización” anhelada.
Recogemos lo que sembramos ( o, en este caso, lo que destruimos). Ya va siendo hora de que Europa comience a entonar el “mea culpa” y deje de escurrir el bulto en un problema que ella misma ha generado.
Mª Luisa Ibáñez
IDEAL 20-02-2014
EDUCACIÓN INFANTIL Y TAUROMAQUIA. ¿En manos de quién dejamos a nuestros niños?.
¿En manos de quién dejamos a nuestros niños?.
Mª Luisa Ibañez
DIARIO JAEN 04-03-2014
ÉBOLA: ¿Dónde está la “mezquindad”?
ÉBOLA: ¿Dónde está la “mezquindad”?
La trascendencia internacional de la noticia del sacrificio de Excalibur, el perro de la infectada por el ébola en España, les resulta a muchos muy “mezquino”. Dicen que por ver cómo la gente se preocupa más de un “puto perro” que de miles de personas y niños que están muriendo en África.
¿Mezquino?. Mezquino es que el mundo entero permita que aún en s. XXI la riqueza mundial se reparta entre unos pocos países y/o familias poderosas mientras millones de seres humanos inocentes, después de haber sido indecentemente explotados por las potencias occidentales, sigan siendo ahora despreciados y olvidados por los países ricos. Esos que hoy llaman “mezquinos” a los que sin despreciar, por supuesto, la vida de las personas y lamentar profundamente la situación de las que se encuentran en África, pedimos que no se sacrifique innecesariamente a un perro, son los que se quedan con los brazos cruzados y callan ante tan indecente y obsceno reparto de la riqueza en el mundo.
¿Por qué no se ha investigado seriamente sobre el Ébola para sacar al mercado un medicamento realmente eficaz para combatirlo?; ¿ Será porque no interesa a la industria farmacéutica?. ¿A quién le importa África?; ¿Por qué no ayudan los países y organismos internacionales a esos países, explotados, saqueados y finalmente olvidados, para que puedan progresar en todos los niveles?. Seguro que más ayuda internacional, real y honesta, evitaría muchas de las tragedias humanitarias que a menudo sacuden ese continente.
Eso: ¿Eso no es mezquindad? .
Los que se escandalizan porque haya personas que luchan con ahínco por el bienestar animal deben saber que esas mismas personas también nos indignamos por la indecente avaricia del mundo “civilizado” que permite que millones de seres humanos mueran en el mundo por hambre o enfermedad…
Eso sí que es mezquindad.
Mª Luisa Ibáñez
IDEAL 11-10-2014
ESCUELAS DE TAUROMAQUA: ¿CENTROS DOCENTES?
ESCUELAS DE TAUROMAQUA: ¿CENTROS DOCENTES?
¡Qué cosas! ¿Verdad? . Pues sí, ahora resulta que según el nuevo Plan Nacional de Fomento de la Tauromaquia (PENTAURO) ideado por el Sr. Ministro de Educación y sus “expertos en asuntos taurinos”, las Escuelas de tauromaquia deben ser consideradas “centros docentes”. Ante eso, muchos nos preguntamos con estupor: pero ¿ Qué enseñan?.
Sabíamos que el sistema educativo español era pésimo; que estábamos situados en la cola del ranking de los países europeos en esta materia. Creíamos que sentirnos avergonzados por ello sería suficiente para expiar la pena, pero lo que no esperábamos era que podíamos caer aún más bajo.
Y es que mientras algunos padres intentamos en los hogares suplir las deficiencias de las enseñanzas académicas estatales con una educación integral que permita, por lo menos, a nuestros hijos llegar a convertirse en personas dignas, nos dicen desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que las Escuelas de tauromaquia (esas donde enseñan a los niños cómo torturar “con arte” a los becerritos) deben ser consideradas “centros docentes”.
Visto esto, todo nuestro empeño por formar a personas honestas parece fuera de lugar, porque mientras muchos intentamos inculcar en nuestros hijos el valor de la sinceridad, en esos “centros” aprenden la ciencia del engaño y la burla; frente a los valores de la conmiseración y el respeto por todo y por todos, aprenderán el “contra-valor” del desprecio más absoluto a seres inocentes y la indiferencia ante el dolor ajeno. La benevolencia y la honestidad serán sustituidas por la perversidad y el deshonor; la sencillez y la modestia por la prepotencia y la bravuconería, el afán de alcanzar una falsa grandeza y el delirante orgullo de sentirse “superior” a un animal.
¿ Qué pensarán los europeos de todo esto?. Yo, prefiero hacerme extranjera
Mª Luisa Ibáñez
IDEAL 15.02-2014
BECERRADAS, NOVILLADAS Y CLASES PRÁCTICAS DE TOREO. ¿DÓNDE QUEDA LA DIGNIDAD?
BECERRADAS, NOVILLADAS Y CLASES PRÁCTICAS DE TOREO. ¿DÓNDE QUEDA LA DIGNIDAD?
Uno de los argumentos que aún siguen esgrimiendo los defensores de la “fiesta” para justificarla es considerar plausible, lícito y justo que los toros mueran en la plaza atormentados dada la buena vida que han llevado en la dehesa y la supuesta “dignidad” con la que mueren, luchando furiosa pero ”gustosa” y “sensualmente” ante el torero.
Dignidad que, como todo el mundo sabe, el toro nunca entenderá, pues tal concepto hace referencia a una cualidad humana y, como tal, debería presidir los actos de las personas decentes e íntegras. Pues bien, esa dignidad humana de la que se despojan los aficionados mientras contemplan placenteramente el escalofriante espectáculo en el que un animal es atormentado, se la quieren endosar al toro, el cual, según ellos, muere “dignamente” después de una larga vida en la dehesa.
Sin embargo, y contrariamente a ese “argumento”, me pregunto: ¿Qué pasa con las becerradas, novilladas y clases prácticas de toreo?. Para las becerritas que mueren atrozmente a manos de jóvenes borrachos o inexpertos niños aprendices de torero, ¿dónde está la muerte “digna”?, ¿dónde el ímpetu de lucha de estas crías de animal que lo único que pretende es volver con su madre ?; ¿dónde su larga vida en la dehesa?. Y ¿dónde queda la “dignidad” para las vacas y toros jóvenes que son utilizados en los entrenamientos de los “maestros” a puerta cerrada donde sin reglas, sin música, sin público, sin tiempo y sin piedad son utilizados y atormentados en largas lidias para adquirir destreza con el fin de poder alardear de su “valentía” delante del respetable el día de la corrida?.
Y ¿dónde la dignidad de los que observan impasibles el sufrimiento del animal y se divierten, de los que ejecutan las torturas y de los que las promocionan?.
Mª Luisa Ibáñez
IDEAL 01-05-2012